PELÍCULAS / CRÍTICAS Perú / España
Crítica: Kayara. La guerrera del Imperio Inca
por Alfonso Rivera
- La cinta de aventuras animadas de César Zelada y Dirk Hampel es una ágil propuesta que, permitiéndose algunas licencias narrativas, acerca la cultura ancestral del Perú al público familiar

Una chica, fascinada por la labor de los chasquis, sueña con unirse a este grupo exclusivo de hombres encargados de llevar mensajes a lo largo del vasto Imperio Inca. Desafiando las estrictas normas de género y las tradiciones de su sociedad, la muchacha luchará contra las expectativas impuestas y se enfrentará a numerosos obstáculos en su deseo por ver cumplida su ilusión. Este es, básicamente, el argumento de Kayara. La guerrera del Imperio Inca, largometraje animación 3D orquestado por César Zelada y Dirk Hampel que se estrena en España mañana, 30 de abril, con distribución de Flins & Pinículas.
Con guion de Brian Cleveland –que se ha permitido algunas licencias literarias para incluir en la acción, por ejemplo, la presencia de los invasores españoles– y ambientada en espectaculares escenarios de la selva amazónica, el océano Atlántico, templos incas y reclamos turísticos peruanos como Machu Picchu o la fotogénica Montaña de los Siete Colores, Kayara. La guerrera del Imperio Inca es una película que, en la estela de la animación norteamericana, busca el entretenimiento. Y lo consigue a base de encadenar varias escenas en las que, con un ritmo que no decae nunca, van sucediendo acontecimientos que ayudan a la heroína, en la línea de las épicas Pocahontas, Mulan o Ainbo. La guerrera del Amazonas (auspiciada por el mismo equipo de esta), lograr sus objetivos personales de convertirse en una mensajera, algo que, históricamente, no estaba permitido a las mujeres.
Y es que el film, por supuesto, fusiona valores como el feminismo, el compañerismo y el castigo a la traición con la divulgación de la cultura inca. Así, la (súper, pues jamás se lesiona) heroína, como tantas en la ficción, debe ocultar su identidad y condición femenina para alcanzar su sueño en una sociedad machista y discriminadora. También, apelando a la empatía del público más infantil, se hace acompañar de una simpática e inteligente mascota, en este caso un cuy o conejito de Indias, cobaya oriunda de los Andes.
En cuanto al diseño de los personajes, destacan las facciones exageradas y duras de los adultos, mientras que la paleta de colores empleada apela directamente a los usados en la civilización inca. De esta cultura se transmiten numerosas ideas y conceptos, como la de los chasquis, esos mensajeros a los que alude el título del film, que transportaban las órdenes del emperador –en forma de vistosos quipus: un juego de cuerdas de lana o algodón anudadas– a los confines más remotos del territorio que gobernaba. Con la intervención además de la cantante Renata Flores interpretando el tema central en quechua de este largometraje, éste deviene en un entretenimiento fácil y agradable de contemplar, con poco riesgo artístico, pero de buen ritmo y con aventuras tan espectaculares como previsibles.
Kayara. La mensajera del Imperio Inca es una producción de la compañía peruana Tunche Films y la española B-Water Animation Studios.
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.