30/09/2024 - En una mezcla de ensayo, documental y autobiografía ficcionada, Arnaud Desplechin celebra por todo lo alto su amor por el cine y contagia su entusiasmo al espectador

Toda la obra de Arnaud Desplechin está plagada de referencias autobiográficas. Basta pensar en Paul Dedalus, alter ego que aparece en muchas de sus películas a través del que ofrece autorretratos íntimos y profundos, o en la estupenda Roubaix, une lumière [+lee también:
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ficha de la película], un sentido homenaje a su maltratada ciudad natal. Pero quizás sea Spectateurs! [+lee también:
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ficha de la película], proyectada en la sección Zabaltegi-Tabakalera del 72.° Festival de San Sebastián tras su paso por las proyecciones especiales de Cannes, el trabajo en el que el cineasta francés se desnuda de forma más frontal y directa. Y es que bastan pocos minutos delante de esta cinta para entender que Desplechin es un obseso del cine, fuente de energía que le resulta casi tan indispensable para vivir como el oxígeno o el agua. Y en esta película coge de la mano a los espectadores, los lleva a viajar con él a través de sus recuerdos cinematográficos y les concede un lugar central para, juntos, intentar desentrañar el misterio de este arte que sigue subyugando a millones de personas en todo el mundo.

La película es un collage juguetón en el que los géneros se entrelazan. Hay partes puramente ensayísticas, en las que se ofrecen interesantes reflexiones sobre el origen del cine, su relación con la pintura y en las que figuras como las de los hermanos Lumière, Eadweard Muybridge o Thomas Edison son traídas al presente para ayudarnos a entender la génesis de esta disciplina artística. Hay momentos de reflexión verdaderamente estimulantes, como la conversación entre unos jóvenes estudiantes y una experta en teoría cinematográfica en la que se habla de cómo el cine, además de capturar la realidad, es capaz de dotarla de un nuevo sentido una vez que se proyecta a los espectadores, que establecen un diálogo entre la realidad filmada y la suya propia creando una nueva dimensión de lo real.

También son hermosas las partes de la película en las Desplechin rinde homenaje a otros profesionales del cine que han sido centrales en su desarrollo como cineasta. Conmueve cómo el director cuenta su relación con la monumental Shoah, de Claude Lanzmann. El shock que supuso para él descubrirla siendo joven, cómo le reveló el inmenso poder del cine para dar testimonio del horror sin necesidad de imágenes explícitas, y del posterior vínculo que estableció con el cineasta, que se convirtió en una figura fundamental en su vida profesional y personal. También es hermoso el homenaje a la desaparecida actriz nativa americana Misty Upham, protagonista de la fantástica Frozen River y con la que el francés trabajó en Jimmy P [+lee también:
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ficha de la película]. Todo esto sin olvidar las partes autobiográficas ficcionadas, en las que nos encontramos otra vez con Paul Dedalus (interpretado en sus diferentes edades por Louis Birman, Milo Machado-Graner y Sam Chemoul) y en las que descubrimos pasajes fundamentales de la vida de Desplechin en los que el cine es tan protagonista como él mismo.

Spectateurs! es, en definitiva, un emocionante homenaje al cine, a su poder transformador y a los misterios que ese poder entraña. Todo ello firmado por un cineasta sobresaliente, cuya pasión por lo que hace desborda el estrecho halo de luz que se convierte en imágenes mágicas una vez entra en contacto con la pantalla.

Spectateurs! es una producción francesa de las compañías CG Cinéma, Scala Films y Arte France Cinéma. Les Films du Losange se ocupa de sus ventas internacionales.