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VENECIA 2024 Fuera de competición

Crítica: Il tempo che ci vuole

por 

- VENECIA 2024: Francesca Comencini narra la historia de su relación especial con su padre Luigi, maestro del cine italiano, en el momento más difícil de su vida

Crítica: Il tempo che ci vuole
Fabrizio Gifuni y Romana Maggiora Vergano en Il tempo che ci vuole

Los cineastas Mario Monicelli, Dino Risi y Luigi Comencini (1916-2007) constituyen un antes y un después en la comedia italiana de los años setenta. A Comencini, que dirigió películas de la talla de Pan, amor y fantasía y Pan, amor y celos —ambas protagonizadas por Vittorio De Sica y Gina Lollobrigida—, se le recuerda sobre todo por la miniserie televisiva de 1972 Las aventuras de Pinocho, que se distribuyó también en versión cinematográfica. En el plató de Pinocho, situado en las provincias al norte de Roma, correteaba libremente una niña: Francesca, una de las cuatro hijas del director, que más tarde se convertiría en cineasta por derecho propio, al igual que su hermana mayor Cristina Comencini. Francesca Comencini ha dedicado Il tempo che ci vuole [+lee también:
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, que ha sido proyectada fuera de competición en el Festival de Venecia, a la relación con su padre.

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“Primero la vida, luego el cine” son las palabras que Luigi dirige a Francesca en el plató de Pinocho, pronunciando así una frase que constituye tanto el alma de la película como un presagio de los momentos dramáticos que padre e hija tendrán que afrontar juntos más tarde para acabar sellando una relación inquebrantable. Con modestia, pero con gran valentía, Francesca se abre y habla de un momento que se produjo entre la adolescencia y la adultez y marcó su vida. Es 1969 y en la televisión aparecen imágenes de la masacre de Piazza Fontana, el episodio que inauguró un largo período de terrorismo; Francesca no tiene ni 10 años, y su padre, interpretado por Fabrizio Gifuni, hojea con ella el libro ilustrado por Collodi con las aventuras de la famosa marioneta. La historia revela cómo Comencini había estado años trabajando en la idea, y la cineasta nos muestra un momento concreto del proceso creativo de un gran artesano del cine. A continuación, se nos introduce en el caótico decorado, donde Luigi parece un domador de leones en un circo. Lo siguiente que vemos es a Francesca (interpretada por Romana Maggiora Vergano, a quien descubrimos en Siempre nos quedará mañana [+lee también:
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), ahora ya estudiante de instituto y simpatizante de la izquierda radical, en pleno conflicto con su padre. La protagonista se traslada a Roma y acaba por sucumbir a las drogas, algo de lo que no tarda en enterarse un padre indefenso que había depositado su confianza en su hija. Un chico con el que sale Francesca muere de sobredosis y, desesperada, se arroja sobre el ataúd en el funeral. Con el fin de salvarle la vida a su hija, Luigi decide abandonar todos sus proyectos cinematográficos y marcharse con ella a París, donde la tendrá bien vigilada y la acompañará en el lento y doloroso camino de la desintoxicación. Sin embargo, Luigi empieza a mostrar síntomas de Parkinson y, de pronto, los papeles se invierten y pasa a ser ella quien cuida de su padre.

Cuando Francesca hace su primera película —“sobre mis años más complicados”, dice—, su padre sonríe y añade: “He hecho 40 películas sin hablar nunca de mí y tú tienes el valor de hacer tu primera película sobre tu propia vida”. El lugar en el que la vemos no es otro que el Festival de Venecia, donde recibe el premio De Sica. 40 años después de esta ópera prima que bautizó con el nombre de Pianoforte, Francesca ha vuelto la vista atrás para recordar aquellos tiempos y, sobre todo, reconciliarse definitivamente con el hombre ante el que nunca se sintió suficientemente buena, el hombre con el que era incapaz de comunicarse. Un padre que, aunque le habló de vocación en un momento en el que ella tenía miedo al fracaso, acabó por despertar en ella la pasión de su vida. Francesca Comencini ha rodado esta historia mediante la exclusión de cualquier miembro de la familia que no sea su padre —ni su madre ni sus hermanas aparecen en la película— y, en cierto modo, mediante la descripción también del paso del testigo de un cine nacido del neorrealismo a un cine que actúa como espejo generacional.

Il tempo che ci vuole es una coproducción entre Italia y Francia de Kavac Film, Les Films du Worso, IBC Movie y One Art con Rai Cinema. La película se estrenará en los cines italianos el 26 de septiembre de la mano de 01 Distribution, y las ventas internacionales corren a cargo de la parisina Charades.

(Traducción del italiano)


Galería de fotos 06/09/2024: Venice 2024 - Il tempo che ci vuole

15 fotos disponibles. Desliza hacia la izquierda o la derecha para verlas todas.

Francesca Comencini, Fabrizio Gifuni, Romana Maggiora Vergano
© 2024 Fabrizio de Gennaro for Cineuropa - fadege.it, @fadege.it

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