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LOCARNO 2024 Cineasti del Presente

Crítica: When the Phone Rang

por 

- En su tercer largometraje, Iva Radivojević viaja a través de sus recuerdos de tener que emigrar de niña cuando empezó la guerra en Yugoslavia

Crítica: When the Phone Rang

“Ocurrió en un país que ya no existe, salvo en los libros, las películas y los recuerdos de los nacidos antes de 1995”, nos informa la voz en off de Slavica Bajčeta al comienzo del tercer largometraje de Iva Radivojević, When the Phone Rang [+lee también:
tráiler
entrevista: Iva Radivojević
ficha de la película
]
, estrenado en la competición Cineasti del Presente de Locarno. El teléfono sonó un viernes a las 10:36 de la mañana, en el año 1992, cambiando por completo el mundo en el que la protagonista y alter ego de la cineasta, Lana (Natalija Ilinčić), había existido hasta entonces. En la primera repetición (de un total de diez), la voz al otro lado del teléfono le informa de que su abuelo materno ha fallecido de un infarto. Para ella, esa llamada anunciaba la guerra, así que la joven y su familia abandonaron el país poco después.

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La narradora explica que la urgencia de la llamada duró días para Lana, y pronto entendemos el significado de esa frase. En las siguientes repeticiones, Lana recibe diferentes llamadas telefónicas de distintas personas, siempre en viernes y siempre a las 10:36 de la mañana. Descubrimos algunas cosas sobre su fascinación por el compañero de clase de su hermana mayor, Vlada (Vasilije Zečević), un punk-rockero y anarquista al que no le importa la muerte, que esnifa pegamento y la protege en las calles; pero también sobre los juegos de espionaje en los que participa habitualmente con su vecino Jova (Anton Augustin), siguiendo e imaginando la vida de desconocidos; el tener que despedirse de sus amigas Mirjana y Olja, las palabras de amor que comparte con Andrijana, los problemas en los que podría haberse metido su padre al tratar con un mafioso apodado “El ladrador”, y el pasado militar de su abuelo paterno…

Todo esto parece suficiente para varias vidas, o al menos para varios periodos de una vida, y todo ello suena real por separado, pero combinados, estos acontecimientos solo tienen sentido como una mezcla de recuerdos que se desvanecen. Sin embargo, la película de Radivojević no trata sobre los “hechos” de las vidas de los personajes que rodean a Lana, sino que aborda los recuerdos que tienden a producirse a un ritmo exagerado en los periodos formativos, y que a menudo se funden con otros en una confusión en la que solo pueden recordarse sentimientos y emociones vagas. En este caso, se trata del recuerdo del colapso de Yugoslavia en una sangrienta guerra, y de la vida de la gente corriente sumida en la incertidumbre, plagada de delincuencia y pobreza durante la década de los 90, a través de los ojos de una niña de 11 años.

Rodando en la ciudad de Novi Sad y encontrando localizaciones que no han cambiado mucho desde los años 90, Radivojević firma una película poderosa e inteligente que golpea tanto a nivel cerebral como visceral. Al igual que en sus trabajos anteriores, la cineasta mantiene un control total sobre el material, trabajando también como montadora, diseñadora de producción y directora de casting. Con respecto a esto último, escogió para el reparto a nuevos talentos, entre los que destaca Natalija Ilinčić, cuya interpretación de una joven Lana pasando por diferentes emociones es sencillamente estelar, reforzada aún más por los primeros planos de Radivojević. 

El uso de 16 mm en la fotografía de Martin Dicicco puede parecer un movimiento arriesgado y contraintuitivo, ya que el formato suele asociarse a recuerdos más agradables, pero aporta otra capa de ensoñación en la que los colores se realzan de forma aparentemente natural, y el grano del material crea un aspecto borroso y nebuloso que se corresponde con los recuerdos desvaídos de la infancia. En resumen, When the Phone Rang es una película extremadamente bien hecha, una experiencia visual concentrada y estimulante que permanece con el espectador.

When the Phone Rang es una coproducción entre Serbia y Estados Unidos, producida por Set Sail Films y Ivaasks Films en colaboración con Picture Palace Pictures. Lights On se ocupa de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)

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